Durante cinco días tuvimos la oportunidad de hacer camino con la Iglesia Chilena, distintos encuentros: con líderes de Iglesia, con políticos católicos, con la Conferre, con directivos y estudiantes de las Universidades Católica, Fines Terrae y San Sebastian.
Una gracia el encuentro con una Iglesia que experimenta el desafío de repensarse desde la raíz, de volcar la mirada en Jesús y fortalecer los medios que le permitan crecer en comunión, en pluralidad, en sinodalidad.
Y en ese espacio de relaciones, diálogos, disertaciones, reflexión y oración, fue muy significativo colaborar como docente en el Diplomado la Mujer en la Vida Pública y orientar la cátedra sobre la Mujer en la Iglesia. Ese recorrido vital por las mujeres en las Sagradas Escrituras, el Magisterio de los Papas del Siglo XX, del Papa Francisco y de la Iglesia Latinoamericana, nos puso en contacto con mujeres y hombres, Obispos, laicos, pastores evangélicos, personas de todo tipo que desde su liderazgo quieren mantener las dinámicas de reflexión y abrir cauces de participación a la mujer en la iglesia, porque no desconocen que la Iglesia, tiene rostro femenino.