Del 4 al 11 de enero en Santos Mártires, lugar privilegiado para el encuentro con Dios y consigo mismo, 26 jóvenes hicieron los EEEE, y 8 personas (3 laicas, 2 jesuitas y 3 hermanas odn) les acompañamos. Fue una semana de silencio y oración, en apertura para encontrar destellos de Dios en las personas, en la naturaleza, en el acontecer de nuestra historia, la de nuestras familias y nuestro pueblo. Los ejercicios fueron personalizados, de las gracias comunes podemos recoger el encuentro cara a cara con el Señor, la confianza recuperada, el perdón recibido y entregado, la alegría, el deseo de amar a Dios en todas las cosas, el don y la necesidad del silencio.
Algunos de los jóvenes expresan sus testimonios: “Llegar a sentir cómo la ternura, la sencillez, la paz, y sobre todo, el Amor de Dios se adentran en mí, por medio de la naturaleza, y sobre todo a través del silencio”. “La mayor gracia fue la de "sentir y gustar" a Dios, dejarme, soltarme y confiar en lo que Él sueña para mí, y desde eso sentirme llamado a tener un corazón más universal, filial y auténtico”. “El haber abierto y ofrecido mi corazón y que el mismo se haya llenado de amor, perdón, alegría y aquel fuego abrasador que me invita a ser ese pan de vida que se parte por los demás”. “Aprendí que el silencio es la única vía para, realmente, escuchar”. “Sólo dar gracias al Señor por tanto bien recibido”.