El Tifón "Yolanda", Filipinas

Lucero Márquez y las hermanas de las comunidades de Filipinas nos cuentan el desastre causado por el tifón "Yolanda" en Filipinas.

Noviembre 2013 | Lucero Marquez, odn (Cagayán de Oro, Filipinas) | Experiências

Sabemos que en estos días han tenido muy presente a nuestro pueblo filipino, tan golpeado recientemente.

Primero fue el ataque de los rebeldes musulmanes a la ciudad de Zamboanga, donde estos tomaron como protección a los civiles y a su paso quemaron las casas de tres municipalidades, provocando huida y centros de refugio. La pérdida subió a billones de pesos.

Posteriormente, en pocas semanas, sucedió el temblor en Bohol, en una isla no muy lejos de Cagayán de Oro: iglesias de valor histórico fueron destruidas, además de las casas de miles de personas. Hay muertos y pérdidas materiales considerables.

Y ahora el monstruo del tifón “Yolanda”, con unos vientos de más de 300 km por hora; a su paso destruye toda una ciudad, Tacloban, llevándose los techos de las casas. La entrada de agua del mar alcanzó más de diez metros de altura. Se vieron imágenes de personas que corrían a refugiarse, pero el agua fue más rápida y los ahogó: niños, adultos…, nadie se escapó. En otro lugar la gente fue a la Iglesia pensando que el lugar era más seguro, sin embargo llegó el agua del mar y todos murieron. Las imágenes son impresionantes.

Lilian, la Maestra de Novicias, es de Leyte. Sus parientes vivían en Tacloban. Hasta este momento sólo tiene noticias de un miembro de su familia. ¿Dónde están los demás? Su madre sufre porque no sabe nada de su hermano ya mayor. Nuestra postulante Bebe tiene a su abuelita, que es como su madre, en Leyte, no sabe nada de ella…. Todo, todo es miseria, desesperanza, desesperación.

Como Compañía de María, en este momento estamos buscando la coordinación con un grupo de la Diócesis que está explorando el área para poder decidir dónde se puede aportar ayuda como voluntarios. Una vez que se sepa, irán nuestras hermanas jóvenes, también les acompañarán algunos otros jóvenes y compañeros de misión. Sólo nos toca esperar porque no se puede sin coordinación.

Aquí en Cagayán de Oro, antes de que el tifón llegara, la gente rezó para que no tocara estas tierras, tienen todavía el trauma del tifón “Sendong” (2011) en el cual murieron 1.200 personas y nuestros campos de misión fueron destruidos, pero no se puede comparar con lo que ha pasado ahora en Leyte. Como ven, el pueblo filipino sufre y en este caso la nación entera. Pueden ver las imágenes de dolor de nuestra gente.

Quizá se pregunten por qué tantas casas han sido destruidas al paso del tifón… Se debe a que están hechas de madera ligera, bambú y palma. Pertenecen en su mayoría a pescadores, que viven a lo largo de la playa, de lo que el mar les regala cada día. También hay que contar con la fuerza de los vientos y el cambio del clima, todo contribuye a su desgracia.

Les agradecemos sus muestras de solidaridad, cariño y cercanía en estos momentos de dolor; el sufrimiento del pueblo es también nuestro sufrimiento.

Lucero Márquez, odn: Cagayán de Oro, Filipinas.


Descarga artículo en PDF

ACRESCENTAR COMENTÁRIO

2 Comentarios

griselda diz:
SEÑOR, ¡¡¡ilumina nuestros sentidos para orar mucho por todas estas almas ¡¡¡¡¡ ¿qué mas podemos hacer?
Pilar Vera diz:
Unida a tanto sufrimieto pido fortaleza y solidaridad

Experiências