La misión en Bolivia surge desde lo pequeño, lo sencillo, lo que pasa desapercibido, pero que es esencial para el otro y para nosotras.
Lo pequeño de cada día y cada hora… Cuidar la vida de un niño, una niña, que necesita ser querido y que se le exprese el amor; a una madre "sola" al cuidado de sus hijos; a un padre "solo" que no se cansa de trabajar para que a sus hijos no les falte lo esencial, solo lo esencial; a los jóvenes en crisis continua, sin familia que acompañe; a las familias que son pobres, muy pobres…
Vamos aprendiendo de esta realidad para ser cada vez más cercanas a la vida que nace de lo pequeño. Palabras como conocer, comprender, amar, dar… son las que nos llenan de sentido. Nuestra misión en Cochabamba-Bolivia es de fiesta y colores que cubren el dolor y la pobreza, y también ayudan a reír, cantar y bailar. Para que poco a poco, salgamos de nosotros mismos/as y vivamos con más fuerza la fraternidad y la solidaridad.