La organización estuvo a cargo de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica (CIVCSVA) y un equipo de religiosas y religiosos representantes de la USG y de la UISG de Roma.

El tema: “Vivir en Cristo según la forma del Evangelio” y el desarrollo de las sesiones, ha sido también ayuda para la preparación de nuestro Capítulo. Tuvimos la oportunidad de contemplar los rostros de la iglesia plural y la riqueza de carismas. Asimismo, entrar en contacto con realidades nuevas, palpitar con las búsquedas e inquietudes, sueños y esperanzas de tantas hermanas y hermanos de todos los rincones del mundo. A pesar del número de participantes, más de 1300 personas, se percibía en el ambiente la certeza de que es hora de creatividad evangélica, solos no podemos y juntos es posible.
Al final nos llevamos tres elementos clave a considerar en la formación y concretarlo de acuerdo a cada realidad:

• La formación del discipulado en seguimiento a Jesús es un proceso de toda la vida.
• Es el Padre, a través del Espíritu quien, cotidianamente, nos configura a imagen de su Hijo
• El formador está llamado a colaborar con la acción del Espíritu en cada persona, sin descuidar su propio proceso personal.

La Compañía participó a través de Nancy Raquel Fretes y Rosa María Ramos que colaboraron en la organización y desarrollo del encuentro, de Margarita María Pedraz y Montserrat Massó que orientaron cada una un taller, y de Drita Syku y Shuqin Xiao asistentes al Congreso.

Las Palabras del Papa Francisco al finalizar el encuentro, fueron una confirmación en el deseo de colaborar con el Espíritu de cara a un mayor servicio al Reino de Dios.
 

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