Acompañados por las hermanas de la Compañía de María, un grupo de jóvenes de Buenos Aires, hemos realizado una Misión en la comunidad “Osvaldo Quiroga”, aborígenes Pilagá, en Formosa, Argentina.
Lo que vivimos entre nosotros, con las hermanas y con la gente de la comunidad, ha sido único. El encuentro generado fue producto de la comunión que el grupo llevó desde Buenos Aires y que mantuvo durante todo el viaje y pudo demostrarla en la comunidad. El encuentro con una cultura diferente, con una barrera idiomática, hace que la Misión sea rica y enriquecedora. En el compartir encontramos razones para volver, a pesar de la gran distancia geográfica que nos separa de esa zona de nuestro país.
La comunidad vive en situación de marginalidad y carencia de los servicios básicos. Por eso nuestra acción no es de solidaridad sino de linealidad, porque sabemos que todos merecemos las mismas condiciones en igualdad.
Las hermanas de la Compañía de María que viven allí, fueron parte de nuestra Misión, dándonos hospitalidad y compartiendo con nosotros la experiencia y sabiduría de sus años de trabajo allí.
Sentimos que la comunidad nos espera para que volvamos a compartir momentos únicos que, a fin de cuentas, es lo realmente importante: compartir.