El quinto aniversario de la Encíclica Laudato Sí coincide con un momento crítico del mundo. En medio de esta pandemia, resuena con fuerza el grito de la tierra y de los más pobres. Se nos ha revelado con intensidad la profunda brecha que existe y el rostro de los empobrecidos se nos ha hecho a todas, sobre todo a quienes estamos en medio de los más pobres, mucho más nítido.
El dolor que hemos constatado, nos desacomoda y ubica en el lugar de la solidaridad, único desde el cual es posible un mundo nuevo.
Urge en el espíritu de Laudato Sí, emprender el camino de la conversión, revisar el estilo de la vida, las opciones y los medios que ponemos para vivir desde las actitudes que supone la ecología integral.
Hoy más que nunca, sentimos la llamada a participar activamente en todo aquello que contribuya al cuidado de la casa común y por eso celebramos y agradecemos que el Papa Francisco nos convoque al año “Laudato Sí”.
En Compañía de María, nos disponemos a recorrer estos nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.