La situación de confinamiento es dura para profesoras y alumnas, y también para los trabajadores y trabajadoras que hacen parte de esta cotidianidad que llamamos “el colegio”: todos compartiendo una misma ley: (co-legio..) y esa ley es sin duda la del amor, el estudio, la alegría, la solidaridad, que se nutren de este hermoso espacio cuyas arboledas y jardines tan cuidados, en medio de la gran ciudad, son un remanso… ¡cuántos momentos compartidos bajo la sombra de sus mangos centenarios, de sus araucarias empinadas, de los viejos eucaliptus y palmeras! Finalmente, para todos los que en el espacio del Colegio –Villa Lestonnac- se sienten tan felices, y que ahora, desde este gran silencio de los corredores, ¡cuánto extrañamos!