Corazón agradecido y esperanza renovada…

Provincia del Cono Sur

La gratitud por la fidelidad de Dios nos permitió celebrar juntas, las tres comunidades odn de Paraguay, el cierre por los 40 años del caminar de la Compañía en esta bendita tierra guaraní. Nos movía “la pasión por recuperar la memoria del corazón, que configura identidades, da cuenta de la fidelidad de Dios, recupera el gusto por la vida y la salvación”

De nuestra historia, narrada por las personas con las que hicimos camino al andar, nombraban alegría, confianza en Dios, luz, certeza del amor de Dios, acogida, gratitud, esperanza, hospitalidad, sencillez, presencia… Es la pasión por Jesús y su Reino lo que las personas que nos trataron captan en la historia de la Compañía en Paraguay, y es lo que nosotras, religiosas, reconocemos como la gracia que se nos da. En la invitación que nos hacen a no dejar apagar la llama, cuidarnos entre nosotras, amarnos, ser comunidad… las antiguas nos sentimos fortalecidas, y las nuevas invitadas y confirmadas en el seguimiento a Jesús, en Compañía de María.

Nos queda la certeza de que Dios es quien lleva adelante la vida de la Compañía en Paraguay. La centralidad en Jesús es lo que nos une, somos en sus manos vasijas amadas, frágiles e inacabadas. Es gracia que se “dispersa” hoy en muchas tareas apostólicas que se nos encomiendan y que se traduce en la profunda convicción de que “somos colaboradoras en la misión que el Padre le encarga al Hijo”.