Con esta certeza, nos reunimos el 15 de mayo en la Iglesia de los Pasionistas en la ciudad de La Habana, Cuba, para celebrar la vida de dos santos franceses, que se entregaron a la educación de la niñez y de la juventud. Santa Juana de Lestonnac, fundadora de la Orden de la Compañía de María Nuestra Señora, 70 años de canonización, y San Juan Bautista de La Salle, fundador de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en el jubileo por los 300 años de su muerte.

Eucaristía intercongregacional celebrada con sabor a familia, a reencuentros y recuerdos de exalumnas, exalumnos, colaboradores y amigos que hablaban de la vida recibida a través de las vidas gastadas y entregadas de hermanas y hermanos que hicieron posible que se mantenga viva esta huella educativa en el tiempo. La invitación del celebrante a escuchar la voz del Espíritu, ese mismo Espíritu que le habló a los fundadores para dar respuesta a las situaciones del momento, continúa hablando hoy en esta nueva realidad para transformarla y acompañarla desde lo que cada uno es y puede.