La solidaridad en tiempos difíciles

Ámbito del Próximo Oriente

Una vez más constatamos el gesto característico de los egipcios del “Said” Alto Egipto. Nos admira la solidaridad de la gente. A la hora de compartir, es el corazón el que actúa, sin darle mucha cabida a la racionalidad. Se da con amor y en abundancia, cuánto aprendemos en estos momentos en que toda la humanidad sufre por la pandemia del coronavirus.

Justo hoy, hemos recibido la noticia de que los extranjeros no podemos salir a comprar los viernes y sábados y ayer llegó a nuestra casa Merfat, una de las trabajadoras del taller, con dos bolsas llenas de mercaderías. Cada semana se repite este gesto tan noble y lleno de cariño. También hace unos días el hermano Ibrahim nos trajo el dinero del banco de Luxor, evitando que nosotras salgamos de la casa, la ayuda de nuestros hermanos franciscanos en el tema de lo administrativo nos facilita la vida.
 
En la comunidad dedicamos tiempos tranquilos para rezar juntas, por la mañana y por la tarde.

Conjugando la liturgia de rito copto con el rito latino, buscando con creatividad seguir las celebraciones del papa Francisco, en francés y español, y las oraciones guiadas por nuestro obispo Emanuel en árabe. Nos sentimos muy agradecidas por las circulares que nos llegan del equipo general y los mensajes de cercanía y oración.

Unidos en la fe en Jesús y María nos mantenemos en la esperanza.