Pastor de la ciudad de Buenos Aires, Padre Jorge Mario Bergoglio, hoy Pastor de la Iglesia Universal

Las comunidades argentinas nos cuentan su experiencia vivida con el Papa Francisco.

Mayo 2013 | ODN

 El Padre Bergoglio, argentino, jesuita, dignatario eclesiástico, que vivía sobriamente y caminaba por las calles como uno más por eso su nombre “FRANCISCO”, el de un santo que hizo de la pobreza su riqueza y que pudo cambiar los cimientos más viciados de la Iglesia de su tiempo.

El Padre Jorge, como le gusta ser llamado, dejó profundas y valientes huellas en nuestra ciudad, con pocas palabras y grandes gestos, trasmisor de una espiritualidad orientada a la acción, fino humor y bajo perfil, pensador intelectual y conocedor de las distintas manifestaciones humanas en donde el cristianismo tiene que encarnar su mensaje, hizo de la Doctrina Social de la Iglesia un compromiso personal.

Impulsor de los curas villeros a quienes sostuvo con su presencia permanente para que no aflojaran en su misión, gran luchador contra el flagelo de las drogas, de la desigualdad social, la trata de personas, del trabajo esclavo y la corrupción; contenedor en las tragedias que sufrió nuestra ciudad.

A través de jornadas ecuménicas con la finalidad de acortar divisiones, inició un proceso de integración con otros credos, realizando frecuentes reuniones interreligiosas.

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