Cincuenta años acompañando a las jóvenes a construir futuro

Este año la Residencia Universitaria Monferrant ha celebrado su 50 aniversario haciendo memoria de la trayectoria de su Proyecto Educativo.

Mayo 2014 | Alicia Antoñanzas, odn (Valladolid, España) | Experiencias

Esfuerzo ingente de abarcar la utopía,
grandeza del carisma que nos desborda y sigue generando futuro

Celebraciones jalonadas de múltiples actividades: culturales, religiosas, lúdicas,
plenas del eco lejano de las que dejaron su huella con opción de bienaventuranza.
Simplemente ¡festejamos la permanencia del Monferrant atravesando los tiempos!

Queremos dejar entrar en el presente
toda la plenitud de un horizonte evangelizador,
abrir las puertas y que se llenen de luz nuestro Proyecto.
Y plenas de asombro y admiración,
porque detrás de nuestros grandes afanes,
el Espíritu nos asiste,
seguir tendiendo hacia la altura
donde se remansan todos los aniversarios y todas las agendas.


Como ya os anunciábamos en la comunicación anterior, la Residencia Universitaria Monferrant de Valladolid cumple este año el 50 Aniversario de su fundación.

A lo largo de este curso, hemos ido haciendo memoria de la trayectoria de su Proyecto Educativo. Hemos recuperado lo vivido estos 50 años para agradecer, aprender del pasado, vivir con entusiasmo el presente y de este modo lanzarnos con más ilusión y fuerza al futuro.

La sabiduría acumulada estos años es impulso de creatividad para afrontar los nuevos retos que se nos presentan: multiculturalidad, búsqueda de sentido de la vida, soluciones a las crisis e injusticias de la sociedad y un largo etc…

Estamos convencidas de que a lo largo de estos 50 años y gracias al acompañamiento de las que fueron nuestras predecesoras, el Monfe (como entrañablemente le llaman las jóvenes) ha visto crecer, madurar y formarse a más de 2000 universitarias.

Estas mujeres bajo el impulso del carisma de Santa Juana, han ido aprendiendo el sentido de la responsabilidad, del trabajo bien hecho, de la importancia de los detalles cotidianos, del cuidado de la convivencia, el respeto, la amistad y el valor del Proyecto común. Con el paso del tiempo se han convertido en mujeres sabias, fuertes, dinámicas, comprometidas con el mundo.

La fiesta central del cincuentenario tuvo lugar durante los días 5 y 6 de abril. Fue un fin de semana lleno de emociones, reencuentros, escucha y compartir profundos y sobre todo mucho agradecimiento.

Como vais a ver en el vídeo que acompaña este relato, tuvimos la suerte de tener entre nosotros a un gran sabio, Alberto Campo Baeza, arquitecto, poeta, escritor, músico,… y sobre todo un gran hombre que, basándose en el lema de la Residencia “Super omnia veritas”, (ante todo la verdad,) nos deleitó con su conferencia “Buscar con ahínco la Belleza” impulsándonos a buscar, vivir y transmitir la belleza integral de la Verdad suprema que nos identifica y conforma.

Sus palabras se completaron con una mesa redonda titulada “Un sueño, un proyecto, una realidad” En ella antiguas residentes de distintos años compartieron su rica y transformadora experiencia de vida entre nosotras y cómo consiguieron hacer realidad sus sueños profesionales y personales. También una religiosa, Inma Naranjo, nos transportó a los años en que Santa Juana se Lestonnac descubrió lo que Dios soñaba para ella y cómo lo hizo realidad.

Con los distintos y complementarios testimonios, nos sentimos participando de vivencias profundas centenarias y a la vez puntuales como miembros, de distintas formas, del Cuerpo de la Compañía de María.

El momento del vino español, sirvió para crear lazos entre las distintas generaciones presentes, entre las comunidades de Valladolid, los miembros de las plataformas de misión y todos los amigos de la Compañía que nos acompañaban y a la vez disfrutar de la exposición fotográfica “50 años de historia en el corazón”.

La noche nos cautivó con una representación teatral y una visita nocturna al Valladolid artístico, todo un derroche de luz y arte.

Mención especial merece la celebración de la Eucaristía. En ella percibimos muy especialmente la unión de los presentes en una misma misión y participamos de modo profundo de la herencia transmitida de tantas vidas entregadas que nos precedieron.

Y como no, al igual que Jesús hacía siempre con sus amigos, compartimos mesa y una comida festiva, esta vez con los padres de nuestras actuales residentes, tras la cual disfrutamos de un espectáculo de música y danza a cargo de ellas mismas.

Gracias, gracias, gracias. A la Compañía, a todas las religiosas que a lo largo de estos 50 años han pasado por esta casa y esta misión, a los que han compartido este momento y sobre todo a las jóvenes, el Proyecto el Monferrant no tendría sentido sin las jóvenes y para las jóvenes.

Valgan estas palabras de Benjamín González vuelta para expresarlo:

SIN TI, SIN MÍ.
Sin ti, ¿quién soy yo,
surco sin agua, bandera sin viento,
antena sin ondas, playa sin olas?

Sin mí, ¿quién eres tú,
agua son surco, viento sin bandera,
onda sin antena, ola sin playa?

Para ti, valió la pena
necesitarme a mí
para llegar a ser tú mismo
en nuestra historia.

Y para mí, ¿no valdría la pena
necesitarte a ti
para llegar a ser yo mismo
en tu eternidad?


A continuación podéis ver el vídeo de la celebración de los 50 años de la Residencia Monferrant que tuvo lugar durante el fin de semana del 5 y 6 de abril:

 

Alicia Antoñanzas, odn: Religiosa de la Compañía de María. Licenciada en Ciencias Religiosas. Pastoralista por vocación. Directora de la Residencia Universitaria Monferrant (Valladolid)

 
Descargar artículo en PDF

 

AÑADIR COMENTARIO

0 Comentarios

Experiencias